viernes, 19 de abril de 2013

Castro de Besomaño, Ribadumia.

Comenzamos nuestra visita justo en el aparcamiento que tenemos a la entrada del castro. Lo primero que nos llama la atención es que abunda la piedra en esta zona. 
Los vecinos del lugar lo sabían, por eso encontramos más de diez canteras en la loma del monte, la mayoría de principios del S.XX. 
Diferentes tipos de suelo 

Las visitas a las excavaciones en el Monte do Castro son espectaculares. Es uno de los pocos castros que nos permite distinguir con claridad tres etapas históricas. 









Es una visita totalmente divulgativa pero que también puede ser muy entretenida. Nosotros nos lo pasamos genial. Nos lo pasamos como niños subiendo y bajando por la ladera del monte. 

¿Por qué arriesgar nuestras vidas subiendo y bajando? Obviamente para entender un castro hay que entender todo su entorno, su paisaje cercano y también el lejano. Sin esta interpretación estaremos perdiendo mucha información sobre la vida de la gente que vivía en este lugar y no los llegaremos a entender. (Aplicable a todos los castros)

En el caso del Castro de Besomaño, la etapa más remota se puede datar en el siglo V antes de Cristo, en pleno apogeo de la Edad del Hierro. La teoría se asienta sobre el hallazgo de una de las primeras estructuras de cabaña, de forma semicircular, situada al lado de la enorme casa-patio de la parte intermedia del yacimiento. Los arqueólogos llevaban tiempo esperando este hallazgo que pone de relieve el interés de esta excavación.

La verdad que lo que más llama la atención fue la aparición de primitivas "vigas de madera", alguna de un metro de largo, así como de una larga pared enfoscada con pallabarro han dejado boquiabiertos a los técnicos, pues es la primera vez que se observa el uso de este material en los castros gallegos como del norte de Portugal. Tenéis más información en su propio blog: http://montedocastro.wordpress.com/




La muralla conservada, la perfecta entrada a la fortificación y la casa-patio convierten este yacimiento en uno de los castros más singulares de Galicia. Otro de los aspectos más impactantes fue la aparición de un protector del castro que estaría coronando la muralla...
Entrada totalmente "asfaltada"

En esta ocasión también tuvimos la suerte de tener como guía a Xurxo Ayán.

Los trabajos de excavación aún están activos, por lo que si tenéis posibilidad de realizar la visita en día laborable os lo aconsejo.


Pronto un post dedicado al castro de A Lanzada... y acordaros de visitar el de Castro Landin. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario